miércoles, 29 de enero de 2014

Las Cuevas de Naica y la belleza de sus cristales



Los hermanos Eloy y Javier Delgado nunca se imaginaron lo que encontraría en un día normal de trabajo. Las cuevas de Naica es una mina de explotación que está ubicada en un lugar del mismo nombre en  Chihuahua, México;  y si bien de ella se puede extraer plomo y plata lo que más llama la atención son los enormes cristales de selenita que cruzaban la cámara, los cuales alcanzaban los 15m de largo  y hasta  2m de espesor.

Si bien la belleza de este sitio exige recorrerla hasta el más mínimo detalle, esto no es posible puesto que las altas temperaturas y la humedad  solo permiten el acceso al público en la Cueva de los Cristales. Este problema no solo afecta a los  visitantes sino también a los investigadores que se ven imposibilitados por esta cuestión.

Estas cuevas se descubrieron accidentalmente, debido a que para explorar la mina se debía vaciar el agua caliente la cual al drenarse dejo al descubierto este tesoro de la naturaleza: Enormes cristales de selenita (piedra de la luna).

Este paisaje resulta bastante sorprendente, no sólo por la sensación de pequeñez ante semejantes cristales, sino también al contraste producido por la limpia y brillante apariencia de hielo de los cristales que se contrapone a las elevadas temperaturas y humedad que se respira bajo tierra.

Ese sentido de formar parte de la tierra, de ser un elemento importante más no imprescindible del engranaje del universo es lo que se puede percibir en este recinto, que solo nos  hace pensar en la maestría de la naturaleza y en el recelo con el que  conserva estos  misterios.

A  300m de profundidad se encuentran los cristales de mayor tamaño conocidos hasta ahora, los cuales se pudieron estudiar, de manera limitada, con unos trajes especiales que evitaban que la persona se desmaye a los  10 minutos de entrar pues  las condiciones son extremas. Sin embargo, se ha considerado restablecer las condiciones naturales del  sitio para que la formación de cristales no se vea truncada y que en el futuro existan las herramientas para estudiar las cuevas.

Cabe destacar que la importancia de los cristales no sólo radica en su tamaño, también son muy importantes porque dentro de sí guardan organismos que existieron en su época de formación los cuales ayudarán a comparar con los conocimientos existentes.

Después de todo esto, solo nos podemos formular una pregunta ¿cuántas maravillas se esconden bajo nuestros pies?





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