viernes, 31 de enero de 2014

Prehistoria: El prólogo de la humanidad

De donde viene el arte, cuán antiguo es, tal vez en el Renacimiento o en la época medieval. Pero no, viene de mucho antes, sus orígenes son tan profundos como los de la humanidad, porque provienen de lo mismo, de la misma semilla que dio origen a todas las civilizaciones que observamos en la actualidad.

El arte lo concebimos como la manera de expresar los sentimientos  o las ideas, quizás como un modo de cambiar a partir de la crítica social. Sin embargo, en aquella época cuando la humanidad apenas florecía, el arte iba a la par de la función, puesto que el hecho de tener la capacidad de resolver un problema era un arte.

El arte es magia pues en una objeto  puede materializar todo un universo, pero en la prehistoria esa idea iba más allá de una muestra de belleza, para ellos representaba la concepción de su propia existencia. Pues en esas imágenes representaban aquello que deseaban  se convirtiera en realidad con la firme convicción de que con solo transmitirlas en un objeto tangible (pintura, escultura) las convertirían en la realidad. En la actualidad, ese pensamiento  puede parecer ridículo. Aunque, es la misma idea que nos rige cuando pedimos un deseo a una lejana estrella, toda nuestra fe y deseos se reflejan en un acto esperando que se materialicen en nuestro mundo, en nuestra realidad. Visto desde esta perspectiva ya no parece algo tonto.

El arte prehistórico puede parecer todo menos eso, arte. Sin embargo si consideramos las herramientas  tan sencillas y el tiempo que habrán invertido en hacerlas, eso puede cambiar nuestra percepción con estas obras. Pues de vivir en un mundo donde solo se preocupaban en sobrevivir, llegaron a un punto en el que dieron un paso más y crearon un cambio en la humanidad.

Puede que para nosotros esas obras no tengan ningún significado o representen cosas totalmente distintas a lo que ellos veían, aun así la habilidad que necesitaron para que, sin los medios de los que disponemos ahora, los hayan realizado es impresionante. Además, visto desde otro punto de vista, era un modo de comunicación en un tiempo en el que no existía la escritura.

Y es por eso que es tan sorprendente ver en lo oscuro de cuevas las maravillosas pinturas que aun en ese tiempo tenían un realismo increíble imitando el volumen a partir de las formas de las piedras. ¿Aun no estás convencido? Trata de dibujar algo, lo que sea que este  a tu alrededor, ¿se ve real? ¿Parece que el objeto sale del papel? No dudo que existan personas con magia en su ser que pueden conseguir este sencillo trabajo pero no cabe duda que no es el caso de la mayoría. Ahora si nos situamos en un contexto en el que  se supone no tenían el mismo  grado de evolución que nosotros y aun así pudieron crear esas imágenes; no hay duda de que eso precisamente es una obra de arte. Las cuevas de Altamira y de Lascaux son un gran ejemplo de esto.

A partir de estos esbozos de lenguaje es cómo vamos descifrando el mundo en el que vivieron en la prehistoria, una época tan antigua que ni siquiera podemos concebir en nuestra mente esos años.

Aunque solemos aludir el término prehistoria a lo que sucedió hace muchísimos años atrás, debemos considerar que es prehistoria todo aquello que sucedió antes de la invención y uso de la escritura, lo cual nos hace entender que incluso  en la actualidad algunos sitios persisten en la prehistoria.

En lo que respecta al pasado se divide en e tres etapas: Paleolítico, Mesolítico y Neolítico. En lo que refiere al paleolítico se le suele considerar a su arte como pintura franco-cantábrica pues es el nombre del sitio de la región de Francia  y España donde se hallaron estas obras.

La pintura parietal, estos murales en las cuevas sorprenden por su durabilidad, cuantas veces pintamos las casas y en un tiempo pierden el color original mientras que aquellas obras han perdurado hasta nuestro tiempo. Se debe quizás a los materiales utilizados (carbón, sílex, óxido de manganeso para el negro y de hierro para el rojo-ocre, sangre) pues los materiales grasos buscaron en la roca una perfecta adherencia que en conjunto con las condiciones de humedad y temperatura mantuvieron esas obras como en un museo.

Incluso sus técnicas tal como el soplado (el pigmento se soplaba a través de un hueso hueco), el delineado con los dedos  o el taponado mediante una esponja vegetal, fueron útiles al representar sus pinturas de animales o de personas.

El arte no está relegado a la pintura pues encontramos la presencia de esculturas sobre todo de mujeres, llamadas Venus, cuyos cuerpos distan de ser el ideal actual de belleza al tener rasgos de obesidad.

Posteriormente, las grandes construcciones en forma de arte megalítico formaron parte del modo de expresión en el Neolítico, los cuales se usaban como elementos funerarios o bien para delimitar sus hogares. El uso de vasijas (vaso campaniforme) para las cuestiones funerarias también se hizo presente. Lo que nos indica la importancia que tuvieron estas acciones por lo que se siguieron existiendo pero  sustituyendo la piedra por el metal.

Este fue el prólogo de una gran novela que se sigue escribiendo día a día con cada acción del hombre y el cual da la pauta para el desarrollo de una gran historia llamada humanidad.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario