domingo, 23 de febrero de 2014

El arte de la ingeniería

El origen de este imperio se remonta a los grandes avances de la ingeniería que permitieron que se desarrollen grandes construcciones en un medio tan inhóspito.

La primera dinastía surgió en Menfis cuando Menes mandó construir una gran presa la cual fue tan resistente que redirigió las aguas del Nilo. Este fue el inicio de múltiples avances en la cultura egipcia.



En Egipto los caminos no tuvieron gran importancia ya que desarrollaron canales entre las ciudades que les permitían comunicarse, transportar alimentos y materiales de construcción. Si por algo distinguimos a este imperio es por la construcción de monumentales pirámides, pero estas no aparecieron a la primera sino que fueron el resultado de múltiples pruebas  de ensayo y error para el perfeccionamiento de las mismas.


Para entender el desarrollo de las pirámides debemos entender a las mastabas, primeras construcciones funerarias que consistían en montículos en cuyo fondo se depositaba el cuerpo. Fue Djoser quien mandó construir el proyecto de su tumba y le asignó este deber a Imothep su jefe de arquitectos.

Djoser fue el primer faraón considerado un dios por su pueblo, durante su gobierno las construcciones de barro fueron sustituidas por las de piedra con lo cual su tumba se convertiría en la primera estructura mundial de piedra.


Su tumba debía ser la más grande construida, por lo que se realizó una mastaba en piedra, sin embargo esta fue terminada antes de su muerte. Pero como la construcción de la tumba faraónica debe continuar hasta la muerte de su ocupante, se alzaron sobre la mastaba otras de menor tamaño. Esto dio origen a la primera pirámide escalonada.



Posteriormente existió un faraón que deseaba que su tumba fuera perfecta por lo que tras varios intentos fallidos se construyó la pirámide roja, la primera pirámide verdadera, cuyos lados fueron recubiertos por piedra caliza pulida.



Sesostris III fue un faraón guerrero cuyas esculturas tienen  rasgos de  preocupación lo cual lo humanizaba. Él mandó a erigir una fortaleza para mantener a raya a los nubios y que recordaba a las fortificaciones medievales, ya que  estaba rodeada de muros altos y rodeados de un foso. Además tenía puestos de vigilancia para los arqueros. Sin embargo dicha construcción es imposible de analizar en la actualidad ya que esta en las profundidades de un lago repleto de cocodrilos.


El poder solo pertenecía a los hombres hasta la aparición de Hatshepsut quien suplantó a su hijo dada su corta edad. Muchos estaban en su contra por tanto, ella se “convirtió en hombre” al vestir como el faraón y usar la barba como el mismo. Se dice que tenía una relación amorosa con su arquitecto, por lo cual su templo no solo era el edificio de un súbdito hacia su gobernante, sino la obra de amor de un hombre hacia su amante.

Si bien esta reina realizó varias obras como propaganda, desapareció misteriosamente al igual que su arquitecto, lo cual pudo  ser obra del gobernante al  cual suplantó. Después su nombre  fue eliminado y sus estatuas destruidas, en un intento por eliminar el rastro de esta ambiciosa reina.



El estado estaba estrechamente a la religión, hasta que el faraón rebelde Amhenothep IV realizó el primer quiebre entre el estado y la religión. El cambia todo lo establecido: traslada la ciudad capital, se cambia a su dios y su nombre. Por el deseo de realizar la construcción de su nueva ciudad con gran velocidad, cambia el sistema constructivo. En lugar de grandes piedras difíciles de trasladar se usan pequeños bloques de piedra (precursores del material prefabricado).

Al morir su rostro fue eliminado de todas las representaciones, lo que se consideraba el peor castigo ya que condenaban a su espíritu a perder la posibilidad de una nueva vida ya que no podría regresar a su cuerpo.

Las construcciones de Egipto eran la unión de todas las artes: ya que los muros eran  cubiertos de relieves los cuales posteriormente se cubrían de pintura. Los trazos eran dibujados en negro para corregirlos posteriormente con rojo y luego realizar los relieves alrededor de los dibujos. Era tan importante este deber, existían expertos en pies, manos, etc. No era la misma persona que realizaba la obra sino varias especializadas en cada parte.



La propaganda de los faraones era muy común, por lo general eran gala de sus numerosos triunfos militares o políticos. Sin embargo Ramsés II optó por mostrar su poder divino para alejar a sus opositores, Abu Simbel fue el resultado. Esta obra representa al Faraón Ramsés II y a su reina Nefertari a la cual amó tanto que mandó representarla del mismo tamaño que él. Ambos fueron considerados deidades y en el interior del templo observamos al faraón humano adorando a los dioses y así mismo como divinidad.


Lo anterior fue un corto viaje a través del primer imperio mundial verdadero, el cual hizo muestra de sus habilidades de ingeniería y arte. El primer imperio que muestra sus fortalezas con aquellas pirámides que vencen al desierto y unen a la tierra con el cielo.





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