Nefertiti es un
nombre que nos resulta bastante conocido ya sea por películas o por nuestros
recuerdos de la escuela, pero ¿Quién fue esta mujer?
Fue la esposa de Akhenatón y por un tiempo se consideró
extranjera por el significado de su nombre “La bella ha llegado” nombre acorde
a la extraordinaria belleza que cegó de amor al faraón, belleza que se refleja
en el busto policromo que se conserva de ella.
A este faraón lo recordamos por separar el estado de la
religión debido al culto a Atón dios del cual era hijo y que cubría con su
protección a su familia. Durante este tiempo era inconcebible que se
representara de manera tan humana a los gobernantes en escenas familiares en la
cual el faraón, la reina Nefertiti y sus hijas eran protagonistas.
Sobre Nefertiti rondan las especulaciones ya que muchos la consideran
la madre de Tutankhamón pero ese papel se le ha arrebatado no sólo a ella sino
a otras mujeres al realizarse las investigaciones pertinentes.
Si bien Nefertiti era la predilecta, existía Kiya su rival
quien mantenía gran influencia sobre el gobernante.Sin embargo siempre
eclipsada por la sombra de la gran Esposa Real, y aunque el faraón la amaba
profundamente él la rechazó al desposarse con otra mujer.
Después de estos hechos la incertidumbre es lo único que
predomina tras la figura de tan bella mujer. Algunas teorías dicen que tras la
separación de Akhenatón se recluyó hasta su muerte, otros dicen que tomó la
posesión del trono bajo el nombre de un
hombre. Otros le atribuyen el origen de una carta en la cual guiada por la
desesperación le pide a los hititas la posibilidad de un matrimonio para
unificar y conservar el poder.
Lo cierto es que tras esta mujer cae el velo del misterio lo
que la hace más conocida por la humanidad.
Hatshepsut fue
considerada una mujer calculadora con tal ansia de poder que le robó a su
hijastro el trono, sin embargo fue capaz de mantener un gobierno próspero por
21 años demostrando con su persona que son los hechos, las acciones que uno
realiza que tiene más peso y no el género, lo cual rompe con todos los
prejuicios.
Dicha mujer de la que se escribió: “Contemplarla era más
hermoso que nada” y fue una de tantas mujeres gobernantes, sin embargo destaca
en el tiempo de prosperidad en el cual gobernó.
Ella mandó a reconstruir varios templos y a construir otros como el Deir el Bahari, su templo
mortuorio, además se construyeron obeliscos en los cuales se plasmaban escritos
sobre su reinado y palabras conmovedoras de su propio corazón. Ella fue una
mujer que le daba un gran valor a su pueblo y a la opinión que este pudiera
tener de ella por lo que enfocó sus esfuerzos a que la consideren esposa de un
dios.
Por sus venas corría verdadera sangre real a diferencia de
su hijastro, por lo tanto se valió de esto para conformar su poder. Si bien en
un principio era solo la representante de su hijastro, llegó el punto en que
esto cambio y se convirtió en la reina hombre de Egipto.
Sus grandes obras y su preocupación por la opinión pública
nos hacen creer que le temía más al olvido que
a la muerte misma, sin embargo su hijastro al tener la edad suficiente
para gobernar manda a borrar todo rastro de esta reina.
A esta acción por parte del hijastro la consideraban razón suficiente para pensar que era una mujer malvada, sin escrúpulos y ansia de poder, y que guiado con motivos personales la intentaron desaparecer de la historia. Esto cambio cuando la información recabada indicaba que esta destrucción de templos, obeliscos, esculturas y pinturas se realizó años más tarde con la finalidad de evitar que otras personas usen estas imágenes para arrebatarle el trono al restablecido rey.
A esta acción por parte del hijastro la consideraban razón suficiente para pensar que era una mujer malvada, sin escrúpulos y ansia de poder, y que guiado con motivos personales la intentaron desaparecer de la historia. Esto cambio cuando la información recabada indicaba que esta destrucción de templos, obeliscos, esculturas y pinturas se realizó años más tarde con la finalidad de evitar que otras personas usen estas imágenes para arrebatarle el trono al restablecido rey.
Mujer, símbolo de belleza y delicadeza se asemeja a los gatos, tan venerados por los
egipcios cual dioses, a tal punto que fueron conquistados al usar a estos
bellos animales como escudo puesto que los egipcios preferían morir antes de
tocar un solo pelo de estas bellezas.
Se consideraba que estos seres tras siete vidas renacían
como humanos, de ahí la creencia de que los gatos tienen siete vidas. La
divinidad que los representaba era la diosa Bastet, la cual era signo de la
música, la danza, la armonía y la felicidad; era pues la deidad protectora del
hogar y de la alegría de vivir. Era por eso que a los gatos se les veneraba
porque eran las manifestaciones de Bastet. Ella se mostraba como un gato o una
mujer con el rostro felino. Mientras ella simbolizaba la calidez y bondades del
sol su contraparte Sekhmet simbolizaba la fuerza devastadora del sol y las
sequías.
Sekhmet se mostraba como una mujer con rostro de leona y
representaba la fuerza, el poder, la guerra y la venganza. Algunos la
consideran la parte violenta de Bastet la cual al apaciguarla con licor se
convertía en la protectora Bastet.
Con esto finalizamos la explicación de esta tríada: mujeres,
diosas, gatos lo cual marcaría una parte importante del misterio y belleza de
Egipto.
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